Mejor me acuesto tranquila pensando que te amo.
Te escribo y te digo que me haces feliz. Te veo, me rebosan las sonrisas. Te digo que te quiero, ya te lo dije varias veces, pero quiero decírtelo muchas veces, porque además, sé que te gusta escucharlo. No tengo muy claro por qué te quiero. No sé si por cómo sos o por cómo me haces ser. No sé si por lo que siento o por lo me haces sentir. No sé si por lo feliz que me haces o por lo que haces para que yo sea feliz. No lo sé, pero la causa no es importante, si la consecuencia. Quiero hacerte sonreír a cada momento. Escribo e intento convencerte de que si escribo ésto es porque tengo la suerte de conocerte, que si puedo juntar cuatro palabras es porque me haces sentir viva , feliz y completa, que si soy capaz de escribirte una carta como esta, es porque vos, cuando sonreís, me haces mejor persona. Y te demuestro que nadie puede darme mas de lo que vos me das. El destino se muestra bellísimo en tu sonrisa, y me invita a un paseo inesperado en tu mirada. Quedo suspendida en los cientos de ¿por qué? que invaden mis razones confusas, acaricio tus palabras con pensamientos ocultos mientras jugas con tus manos deshojando caricias que deseo para mí... El tiempo se me vuelve cómplice, te convertís en un instante de alegrías, tejes la magia entre suspiros... Un cofre de pequeñas sorpresas que hacen renacer mi vida pintando la ilusión con alas de esperanza, borras con tus ocurrencias la tristeza de mi rostro, implantas en mi memoria el chip del olvido, dejando sepultada la causa de mí desaliento, florece la ternura que ya dormía sin tregua en mi cuerpo... Nuestras risas se encuentran en un perfecto camino de historias compartidas, la luz de las miradas se unifican... El universo dejó de girar, en aquel instante te volviste el eje de mi mundo, nada importa. Me regalas tu sonrisa más bella y quitas de inmediato la mía tan triste. Te quedaste con mi corazón. Es maravilloso amar, si, mi amor bonito. Gracias por devolverme a una vida llena de sentimientos. Te amo.
Dame lo que esconde tu mirada y te doy el lado izquierdo de mi pecho. Dame lo que se te de la gana, a tus pies el mundo entero por un beso. Te regalo toda la luz de la luna, mi pasado, mi fortuna, mi futuro, mi razón. Esta noche no la cambio por ninguna, si esta vida es solo una, contigo sabe mejor. Dame el universo de tu cama, y te doy mi vida entera y mucho más. Dame alguna de tus madrugadas, y te doy mi corazón por la mitad.
Dame una esperanza. Dame noches que no acaban. Un beso robado, un pecado, una cancion. Y no digas nada, sé mi luz de madrugada. Mis latidos, mis sentidos, mi respiración
Búscame cuando te apetezca, cuando notes
que me echas de menos, cuando te
mueras de ganas de tenerme, cuando no
tengas a nadie que te diga que te
quiere, cuando extrañes las risas, las
caricias, las conversaciones, los
abrazos y las locuras. Búscame cuando
necesites a alguien que te sorprenda,
cuando te des cuenta que nadie tiene
esos detalles, cuando necesites que te digan
lo especial que eres, lo bonita que es tu
sonrisa y lo bien que te ves cuando te
enfadas. Búscame cuando mires el celular
esperando que te hable, cuando salgas
y sin darte cuenta me busques con
la mirada entre la gente… cuando
inesperadamente alguien te toque la
espalda y al girarte esperes que sea yo.
que me echas de menos, cuando te
mueras de ganas de tenerme, cuando no
tengas a nadie que te diga que te
quiere, cuando extrañes las risas, las
caricias, las conversaciones, los
abrazos y las locuras. Búscame cuando
necesites a alguien que te sorprenda,
cuando te des cuenta que nadie tiene
esos detalles, cuando necesites que te digan
lo especial que eres, lo bonita que es tu
sonrisa y lo bien que te ves cuando te
enfadas. Búscame cuando mires el celular
esperando que te hable, cuando salgas
y sin darte cuenta me busques con
la mirada entre la gente… cuando
inesperadamente alguien te toque la
espalda y al girarte esperes que sea yo.
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