Yo no te quiero elegir todos los días, quiero que nos elijamos cada día de nuestra vida.
Yo no te quiero para que seas mi Primera Guerra Mundial, te quiero para que seas esta y todas las sucesivas.
Yo no te quiero para escribir una página más en mi biografía, te quiero para que juntos escribamos nuestra historia completa en el libro de los recuerdos.
Yo no te quiero para que me hagas reír, te quiero para que ríamos juntos.
Yo no te quiero por el dulce sabor de tus labios, te quiero porque tus labios le dan un dulce sabor a mi vida.
Yo no te quiero para acabar como Maná y asumir que lo único que me queda es compartir tus labios, te quiero para que de tanto quererte asumas que no puedes compartirlos con nadie más que conmigo.
Yo no te quiero por andar de tu mano por la calle, te quiero por invitarme a perderme en el laberinto de tu espalda por recorrer tus lunares.
Yo no te quiero para romper la rutina, te quiero para que la rompamos juntos, acá, allá, o donde sea pero juntos.
Yo no te quiero para cuando el invierno se acerca, te quiero para las cuatro estaciones del año.
Yo no te quiero besar, quiero que nos besemos.
Yo no te quiero solo por hoy, te quiero ahora, mañana y siempre.
Yo no te quiero para mí, te quiero conmigo.
¿Entendes la diferencia?